Pensando

Ayer me preguntaban sobre "cómo escribo lo que escribo", y por primera vez me puse a pensar en cómo llego a mis conclusiones: en realidad soy un pequeño ladrón: escucho o leo algo que, digamos, impacta en mi memoria de tal forma que la frase, la palabra o la idea en cuestión queda dando vueltas hasta que madura.

¿Madura? No se cómo llamarlo. A veces una idea genera una contra-idea (tesis/antitesis). A veces motiva un tópico completamente distinto, pero que parte de una forma de enfocar situaciones o conceptos.

Alguna vez simplemente me quedo con las interrogantes y luego encuentro salidas, posibles o irreales pero al menos congruentes. Esas son las que ideas que más me gustan: aparecen como de la nada y empiezan a generar por si solas una serie de explicaciones. De ahi, un paso a crear el concepto.

En cuanto a las anotaciones en el blog, pues... digamos que más uso éste último método. Encuentro una duda y la mastico durante algun tiempo. A veces encuentro la idea final en las noches, luego de haber trabajado y hasta dormido. Entonces cierro el capítulo: la mayoría de las veces las reflexiones se quedan fuera del weblog, porque son más respuestas a preguntas que suceden del día a día y ¿que gracia tiene explicar la mecánica de un huelguista manager?.

Digamos que esa clase de ideas pasan a un "banco" de donde las rescato luego de un tiempo.

En lo que son mis informes legales, ahi si que no hay un banco de ideas. Cada cosa, cada caso generan un mar de detalles, de "post its" que luego se ensamblan, generandome un paisaje aceptable de qué hacer y qué paso. Asi luego relacionar todo es más fácil, porque entender qué sucedió es entender las motivaciones. Mi ámbito es el derecho civil pero el estudiar criminología me sirve para entender motivos, causas, formas. Siempre hay un objetivo... siempre.

Y en todo lo que escribo, mis artículos, mis informes, mis documentos legales, y por supuesto mis "posts", existe un momento en el que no hay más que un vacio a llenar de ideas. De ahi nace todo :P